Banana boat, velomares y escuela windsurf son las actividades que disfrutan los visitantes que elijen para su destino vacacional a la Cala de San Vicente en Ibiza, de 30 metros de ancho por 380 de largo.
Ubicada, en coche, a 15 minutos de San Carlos y 10 de San Juan, a la Cala de San Vicente se puede llegar no solo en coche sino también en bus señalizados por lo que posee, a ambos extremos de la playa, pequeños aparcamientos, pues la playa se llena en temporada alta.
Lo más hermoso es su playa, muy amplia y de arenas finas, de aguas cristalinas y apacibles, delimitada por paredes de rocas otorgándoles con ello seguridad a los más pequeños de la familia.
Un amplio paseo de palmeras serpentea la playa, invitando a degustar un delicioso café en uno de los tantos cafés que tienen vista privilegiada hacia la cala. Otro paisaje no menos espectacular son las colinas repletas de pinos, que incitan a un paseo por este paraíso terrenal o los que se descubren al visitante que llega a ella por la carretera sur, imágenes que es necesario perpetuar tras una foto.
Además de todas estas bellezas, la Cala de San Vicente ofrece varios servicios a sus visitantes: tiendas, bares, acceso para minusválidos, paseo marítimo, sombrillas, hamacas, socorristas, restaurantes.
Exclusivamente para los que llegan los sábados, hay posibilidades de hospedarse en la Vivienda Turística Can Marge, ubicada en una zona tranquila, rodeada de pinos, con parque infantil y extensas terrazas con jardines. La construcción es una típica casa de Ibiza, de estilo rústico y con capacidad para 10 personas.
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