Museo Arqueológico de Formentera
Las islas Pitiusas, ubicadas en el Mar Mediterráneo y dentro del archipiélago balear, constan de las islas Ibiza y Formentera, además de varios islotes. Su nombre, en idioma catalán, se debe a la gran variedad de pinos que poblaban aquel lugar. A la historia de estas islas, desde su nacimiento, se debe el Museo Arqueológico de Ibiza y Formentera el cual recoge en dos edificios los diversos períodos de su desarrollo desde la génesis hasta la conquista cristiana.
En Dalt Vila se encuentra una de esas edificaciones pertenecientes al Museo Arqueológico, en el conjunto amurallado ubicado en la parte más monumental y antigua de la mencionada ciudad. Conformado por varios edificios, destacándose entre ellos la antigua capilla creada por la asociación de pescadores de la región, la entrada y entre las salas principales la que fuera primero sede de la Universitar y años después, hasta 1838, Casa Consistorial. Se le denominaba Universitat al órgano de autogobierno local instaurado en el siglo XII y posteriormente eliminado en el XVIII con la llegada de las tropas españolas. Allí reside desde 1907 el Museo Arqueológico. En su interior, dividido por salas temáticas, muestran la cronología histórica de las Islas Pitiusas, valiosos objetos de la época, desde la prehistoria, la colonización protagonizada por los fenicios, los púnicos, romanos, el periodo islámico hasta la conquista en 1235 por los catalanes. En su arquitectura, este edificio posee un artesonado mudéjar bien interesante, de elementos góticos y tintes arabescos hallados tras la primera restauración, junto a estos hallazgos encontraron los cimientos de una vieja torre de la muralla musulmana.
El Museo Arqueológico se encuentra en Plaça de la Seu, 3. Eivissa. Vía Romana, la parte baja, posee el otro edificio: la Necrópolis púnica. Aunque en estos momentos se encuentra cerrado por reformas, el visitante tiene la posibilidad de visitar la Necrópolis púnica, en muy buen estado de conservación, considerada el conjunto funerario más importante del Mediterráneo Occidental. Se le recomienda al visitante comenzar la visita por la necrópolis y luego dirigirse a la dependencia de Dalt Vila a través del portal Nou, una de las puertas principales del recinto amurallado. Desde allí tiene una vista a la plaza del Mirador, el rincón con más monumentos en toda la isla. Alrededor de esa plaza estuvieron el primer mercado lonja –espacio de contratos comerciales y subasta de esclavos-, la catedral, la pequeña curia, la catedral, el Museo y el mirador con una vista única hacia todo el puerto.
La Necrópolis púnica se encuentra en Via Romana, 31. Eivissa.
Ambos edificios no abren los lunes ni días festivos, y poseen horarios distintos en invierno o verano.
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